29.2.12

Living Ecuador

Tener vacaciones en un lugar nuevo siempre es emocionante. La incertidumbre de no saber 100% a lo que se va y la ansiedad de conocer y sentir nuevas experiencias, hacen que cualquiera sea el destino del viaje, las vivencias sean inolvidables. Esta vez me tocó vivir la que yo creo es mi última vacación familiar como carga completa de mi papás. El viaje en si resultó casi de la noche a la mañana, pero creo que en parte eso lo hizo aún más especial. El destino: Guayaquil, Ecuador. Al llegar, lo primero que marca el recorrido es el calor y humedad, lo que da como resultado una vegetación maravillosa. Colores formas y tamaños infinitos se disfrutan en todas las calles de la cuidad. De hecho, ese es uno de los ítems que visualmente más aproveche, fotografiando toda planta que se cruzaba en mi camino.  La segunda cosa que sobresalió, no solo al comienzo del viaje sino que en toda su extensión, es la amabilidad de todos con quienes nos topamos. Desde el conductor del transfer que nos llevó a nuestro hotel Oro Verde (http://oroverdehotels6-px.trvlclick.com/), hasta cada mesero que nos atendió en los diversos restaurantes visitados. Hablando del tema gourmet, quiero aprovechar de comentar sobre un restaurant en particular que va a quedar para siempre en mi recuerdo. La primera noche fuimos a comer al Caracol Azul, uno de los lugares en Guayaquil más recomendados en publicaciones y revistas. Como este mundo es un pañuelo, nos enteramos que la dueña del lugar era chilena. Una señora súper sweet y encantadora, que como buena y dedicada dueña de restaurant, supervisa el servicio noche tras noche (creo que eso mismo la ha llevado a la posición en la que está). Mi papá, mega ultra sociable como de costumbre, se acercó a saludarla para comentarle que éramos compatriotas. Imagínense lo tierna, que amablemente se sentó a tomar un café en nuestra mesa y nos contó parte de las aventuras de su vida. De verdad una mujer increíble! Aprovecho este post para agradecer todo lo compartido y recomendar su restaurant para cuando estén de paso por Guayaquil (más información en http://www.elcaracolazul.ec/). En fin. Traté de disfrutar y estrujar cada momento del viaje. Siempre he pensado, que cuando se conocen otros lugares, hay que tener en cuenta que son oportunidades que rara vez se presentan en más de una oportunidad. Por eso como moraleja, no hay que dejar nada para el mañana. Dejo el resto de mi viaje en imágenes que dicen más que mil palabras! Gracias por el viaje deer family!

























































XO Lore

2 comentarios:

Cote dijo...

Loreeeeeeee!! no había visto este post!! bellas las fotos y los colores son maravillosos! un buen viaje en verdad.
Aprovecho la ocasión para decirte que el Cupcacubke estaba MARAVILLOSO!!! La mejor sorpresa de cumpleaños!!
Besitos

Cote

Lore Fernández dijo...

Love you Cote! Ya viene la receta de los cupcakes...Me encanta que te hayan gustado!