En algún momento de mi vida tuve
un pololo que era realmente mañoso. O sea, de verdad mañoso. Si la comida no
estaba compuesta por ingredientes como queso, carne, palta, pollo, tallarines o
salsa de tomate, las probabilidades de que probara algo fuera de ese universo eran
casi nulas. Invertí bastante tiempo en insistir en que hay más en la vida que
bistec con puré, pero la comida no era lo suyo. En fin, hay gente para todo en
el mundo. En contraparte, mi familia siempre ha sido variada a la hora de comer,
inculcándonos a todos desde chicos a comer, o por lo menos a probar de todo.
Desde que tengo memoria ha habido sobre la mesa salsa de arándanos para
acompañar carnes, ciruelas envueltas en tocino, o ensaladas con queso Camembert
y vinagretas con miel. Hoy en día, ese gusto por mezclar ingredientes que
quizás en su naturaleza nunca se hubiesen topado, como lo es la combinación
dulce con salado, se ha masificado hasta llegar a la mesa del día a día…y por
suerte! Es bueno que exista más variedad y competencia, por que obliga a
quienes están en el rubro de la cocina, o quienes como esta humilde escritora
se interesan por comer rico tratando de innovar, aunque sea en el almuerzo del
lunes, a generar nuevas recetas que se proyecten para siempre ajustarlas y dar
un salto más allá. Hace un par de días estaba haciendo hora en una panadería y
vendían unas cajitas con mini sopaipillas tiernísimas. En la noche tenía un
aperitivo en la casa de una amiga, entonces se me ocurrió comprarlas para
llevarlas acompañadas con pebre. Iba caminando y me puse a pensar que en
realidad las sopaipillas quedan ricas con un acompañamiento dulce como miel, pero
nada que ver llevar eso a un aperitivo de noche. Entonces, idea: Por qué no
hacer un pebre que mezclara lo mejor de la receta tradicional con un toque
dulce? El resultado…Pebre de Piña! Demasiado rico, fresco y fácil de hacer.
Nada que decir, combina perfecto con las famosas sopaipillas, e incluso como
acompañamiento para Tacos (puedo decirlo con veracidad porque fue justo eso lo
que comí al día siguiente).
Pebre de Piña
- 1 lata de piña en conserva
- 1 cebolla mediana
- 1 puñado de cilantro picado
- 1 cda de merkén
- 1/2 taza de jugo de limón
- 3 cdas de aceite de oliva
- Sal y pimienta
Preparación
- Cortar la cebolla y la piña en brunoise (cubos pequeños). Juntar en un bowl.
- Agregar cilantro picado, merkén, jugo de limón y aceite de oliva. Salpimentar.
- Servir como acompañamiento de sopaipillas, nachos, tacos o incluso para un choripán.
XO Lore
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