30.11.11

De Antaño

Cuando se acercan las fiestas de fin de año, es imposible no hacer un break para pensar y analizar lo que ha pasado con nosotros y quienes nos rodean. En particular para mí, este año ha sido uno de cambios. Deje la universidad, mi única hermana salió del colegio, he aprendido a vivir sin uno de mis hermanos debido a que está estudiando fuera del país, y para rematar, mi pololo consiguió trabajo lejos de esta ciudad, por lo que obviamente me tengo que acostumbrar a la idea de una relación a distancia. No es algo fácil para la mayoría de nosotros aceptar cambios drásticos, pero eventualmente los abrazamos y crecemos con ellos. Cuando decanto todo lo que pasa a mí alrededor, es inevitable no sentirme melancólica. No sé cómo explicarlo, pero melancolía para mi es esa sensación de necesidad de algo cálido, algo que en algún momento de nuestras vidas nos hizo sentir protegidos y felices. En mi caso, una de las cosas que  más me anima, especialmente cuando estoy sola, es pensar en cómo era mi familia cuando yo era chica. Por ejemplo, situaciones como cuando mi mama me enseño a hacer mi primer queque, o como mi hermano y yo alimentábamos los conejos y gallinas que teníamos por mascotas. Hoy en día, cuando la melancolía se apodera mí, busco algo que en realidad puede sonar muy básico, pero que me llena de ideas positivas; el libro de recetas de mi bisabuela. Lo más divertido de todo, es que en realidad no es un libro como tal, sino un conjunto de recetas que aparecían en una revista, que ella misma coleccionó durante muchos años, y que mi bisabuelo (a quien no tuve el gusto de conocer) empastó para dejarlo como un libro de verdad. Disfruto demasiado hojearlo. Siento que existe algo reconfortante en la forma como muestra las recetas, como si la familia y la reunión en torno a la mesa siempre fuese prioridad. Hace un par de semanas, mi mama fue a una tienda de antigüedades, y encontró un libro de cocina que al igual que las recetas de mi bisabuela, data de muchas décadas atrás. Es especial como algo tan tonto como un libro, puede traer a mi memoria cosas tan felices!   















Cream Pie
Ingredientes masa base

  • 2 tazas de harina cernida
  • 1 cda de azúcar flor
  • ¼ cdta de sal
  • 2/3 de taza de mantequilla
  • 4 a 6 cdas de agua fría
Preparación masa base
  1. Mezclar la harina previamente cernida junto con el azúcar y la sal.
  2. Agregar la mantequilla fría, y con la ayuda de un tenedor o dos cuchillos, combinar los ingredientes hasta obtener una textura arenosa.
  3. Agregar agua de a poco hasta que la mezcla este suave y homogénea.
  4. Estirar con un uslero hasta obtener el tamaño deseado. Cubrir con la masa el molde a elección (uno de 20 cm queda perfecto).
  5. Precalentar horno, y cocinar a fuego medio de 15 a 20 minutos, o hasta que los bordes estén un poco dorados.
Ingredientes relleno
  • 1 ½ taza de leche
  • ¼ taza de azúcar
  • ¼ cdta de sal
  • 3 cdas de harina
  • 1 yema de huevo
  • 1 cda de mantequilla
  • 1 cdta de vainilla
  • 20 frutillas maduras
  
Preparación relleno

  1. Trabajar a baño maría una taza de leche.
  2. La media taza de leche restante, se combina con el azúcar, la harina y la sal. Verter esta preparación sobre la leche caliente, y cocinar revolviendo constantemente hasta que haya espesado.
  3. Cortar el fuego, y dejar reposar la mezcla tapada con un paño un par de minutos.
  4. Agregar la yema de huevo y combinar. Agregar la mantequilla y la vainilla. Revolver hasta obtener una mezcla homogénea.
  5. Dejar enfriar unos minutos, y luego rellenar la masa previamente hecha.
  6. Cortar las frutillas por la mitad, y en un bowl, agregar azúcar flor a gusto.
  7. Una vez que es azúcar se haya disuelto, disponer en forma circular sobre el pie. Refrigerar una o dos horas antes de servir.
 XO Lore


No hay comentarios: